Dos moléculas de fenilhidrazina condensan con cada molécula del azúcar para dar lugar a una osazona, en la que C1 y C2 se han transformado en fenilhidrazonas.
La mayoría de las osazonas cristalizan con facilidad, con unos puntos de fusión característicos. Los puntos de fusión de las osazonas son datos importantes para la identificación y comparación de los azúcares