La
mayoría de las aminas, que contienen más de seis átomos de carbono, son relativamente
insolubles en agua. En presencia de ácido diluido (en disolución acuosa), estas aminas forman las sales
de amonio correspondientes,
por lo que se disuelven en agua. La formación de una sal soluble es una de las
características de
las pruebas para el grupo funcional amina.
Una
amina puede convertirse en sal de amonio mediante un tratamiento con ácido. La sal de
amonio es soluble en agua. Al tratar la sal de amonio con soluciones básicas la volverá a convertir en la amina.