El 1,3-ditiano puede ser desprotonado por bases fuertes, como el n-butillitio. El carbanión resultante se estabiliza por el efecto sustractor de
electrones de dos átomos de azufre
altamente polarizables. La alquilación del anión ditiano por un haluro de alquilo primario o tosilato da lugar a un ditioacetal que
se puede hidrolizar mediante una solución ácida
de cloruro de mercurio (II).