Debido a que
el ángulo del enlace C-o-C no es de
180º, los momentos dipolares de los dos
enlaces C-O no se anulan; en consecuencia, los
éteres presentan un pequeño
momento dipolar neto (por ejemplo,
1.18 D para el dietil
éter).
Esta
polaridad débil no afecta
apreciablemente a los
puntos de ebullición de
los éteres, que
son similares a
los de los
alcanos de pesos
moleculares comparables y
mucho más bajos
que los de
los alcoholes isómeros. Comparemos,
por ejemplo, los
puntos de ebullición
del n-heptano (98ºC),
el metil n-pentil
éter (100ºC) y
el alcohol hexílico
(157ºC). Los puentes
de hidrógeno que mantienen firmemente unidas
las moléculas de alcoholes
no son
posibles para los
éteres, pues éstos sólo tienen hidrógeno unido a carbono.
Por otra
parte, los éteres presentan una
solubilidad en agua comparable
a la de los
alcoholes: tanto el dietil
éter como el
alcohol n-butílico, por ejemplos,
tienen una solubilidad
de unos 8 g por 100g
de agua. La solubilidad
de los alcoholes
inferiores se debe
a los puentes
de hidrógeno entre
moléculas de agua y de
alcohol; es probable
que la solubilidad
de los éteres
en agua se
debe a la
misma causa.