Aromaticidad

Benceno

 (Ir a página principal http://organica1.org/ )

 

 

1 Compuestos alifáticos y aromáticos. 1

2 Estructura del benceno. 2

3 Fórmula molecular. Número de isómeros. 2

4 Estabilidad del anillo bencénico. Reacciones del benceno. 14

5 Estabilidad del anillo bencénico. 39

6 Longitudes de los enlaces carbono-carbono del benceno. 50

7 Estructura resonante del benceno. 56

8 Descripción orbital del benceno. 73

9 Representación del anillo bencénico. 96

10 Carácter aromático. La regla 4n + 2 de Hückel 106

11 Nomenclatura de los  derivados del benceno. 145

12 Análisis elemental cuantitativo: nitrógeno y azufre. 166

 

1 Compuestos alifáticos y aromáticos

 

Los químicos han considerado útil dividir todos los compuestos orgánicos en dos grandes clases: compuestos alifáticos y compuestos aromáticos. Los significados originales de las palabras alifático (graso) y aromático  (fragante) han dejado de tener sentido.

Los compuestos alifáticos son los de cadena abierta y los cíclicos que se les asemejan. A excepción de la aparición ocasional de un grupo fenilo (C6H5), las partes de hidrocarburo de los compuestos estudiados hasta ahora han sido alifáticas.

Los compuestos aromáticos son el benceno y los compuestos de comportamiento químico similar. Las propiedades aromáticas son las que distinguen al benceno de los hidrocarburos  alifáticos. La molécula bencénica es un anillo de un tipo muy especial. Hay ciertos compuestos también anulares que parecen diferir estructuralmente del benceno y sin embargo se comportan de forma similar. Resulta que estos otros compuestos se parecen estructuralmente al benceno en su estructura electrónica básica, por lo que también son aromáticos.

Los hidrocarburos alifáticos alcanos, alquenos, alquinos y sus análogos cíclicos reaccionan principalmente por adición y sustitución por radicales libres: la primera ocurre en los enlaces múltiples; la segunda, en otros puntos de la cadena alifática. Vimos que estas mismas reacciones suceden en las partes hidrocarbonadas de otros grupos funcionales, y la reactividad de estos últimos, por la presencia de la parte de hidrocarburo.

En cambio, veremos que los hidrocarburos aromáticos se caracterizan por su tendencia a la sustitución heterolítica. Además, estas mismas reacciones de sustitución son características de anillos aromáticos dondequiera que  aparezcan, independientemente de los otros grupos funcionales que la molécula pudiera contener. Estos últimos afectan a la reactividad de los anillos aromáticos, y viceversa.

En este capítulo examinaremos la cualidad fundamental de la aromaticidad: cómo difieren en comportamiento lso compuestos aromáticos de los alifáticos, y qué hay en sus estructuras que los hace diferentes. Después  veremos cómo se realizan estas reacciones aromáticas características, y cómo se ven afectadas por los sustituyentes que se encuentran en el anillo aromático. Posteriormente tomaremos un punto de vista opuesto y analizaremos los notables efectos que ejercen los anillos aromáticos,  actuando como sustituyentes, sobre reacciones que ocurren en otras partes de la molécula.

En el resto del libro actuaremos como químicos orgánicos y examinaremos las moléculas alifáticas y aromáticas  según aparezcan, o, como sucede corrientemente, las dos moléculas, alifáticas y aromáticas. Es importante no atribuir un valor excesivo a la división entre sustancias alifáticas y aromáticas. Aunque es muy útil, a menudo es menos importante que otras clasificaciones. Las similitudes entre ácidos alifáticos y aromáticos, por ejemplo, o entre aminas alifáticas y aromáticas, son más importantes que las diferencias.

 

2 Estructura del benceno

 

Por nuestra definición de los compuestos aromáticos es evidente que todo estudio de su química debe comenzar con un análisis del benceno. El benceno se conoce desde 1825, y sus propiedades químicas y físicas son mejor conocidas que las de ningún otro compuesto orgánico. A pesar de ello, hasta el año 1931 no se había logrado proponer una estructura satisfactoria para esta sustancia, y tuvieron que pasar de 10 a 15 años para que fuera de uso general entre los químicos orgánicos.

La dificultad no residía en la complejidad de la molécula, sino más bien en las limitaciones del desarrollo que había alcanzado por entonces la teoría estructural.  Puesto que es importante comprender la estructura del benceno para estudiar compuestos aromáticos y ampliar nuestros conocimientos sobre la teoría estructural, examinaremos con algún detalle los hechos en que se basa.

 

3 Fórmula molecular. Número de isómeros.

        Estructura de Kekulé

 

El benceno tiene la fórmula molecular C6H6. Por su composición elemental y peso molecular, se sabía que el benceno tiene seis carbonos y seis átomos de hidrógeno. El problema era conocer la disposición de esos átomos.

 

En 1858, August Kekulé (Unioversidad de Bonn) propuso que los átomos de carbono se pueden unir entre sí para formar cadenas carbonadas a veces pueden ser cerradas, para formar anillos. Como describió más tarde:

 

<<Estaba sentado, escribiendo mi libro, pro el trabajo no progresaba. Mis pensamientos estaba lejos. Moví la silla hacia el fuego y dormité. Los átomos nuevamente brincaban  ante mis ojos. Esta vez, los grupos más pequeños se mantenían modestamente al fondo. Mi ojo mental, agudizado por las repetidas visiones de este tipo, podía ahora distinguir estructuras mayores de muchas conformaciones: largas filas, a veces apretadas, girando y rotorciéndose como serpientes. Pero, ¿qué fue eso? Una de las serpientes había logrado asir su propia cola y la figura danzaba burlonamente ante mis ojos. Desperté como por el destello de un relámpago;... pasé el resto de la noche  desarrollando las consecuencias de la hipótesis. Señores, aprendamos la verdad.>> -August Kekulé, 1980.

 

Actualmente representaríamos la estructura bencénica de Kekulé como I.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Por supuesto, hay otras fórmulas que se ajustan a la fórmula C6H6, como II-V, por ejemplo. De todas ellas, la estructura de Kekulé se aceptó casi como la más satisfactoria. La evidencia era de un tipo que ya resulta conocido: el número de isómeros .

 

(a) El benceno sólo da un producto monosustituido, C6H5Y. Cuando se reemplaza un átomo de hidrógeno por bromo, sólo se obtiene un bromobenceno, C6H5Br; análogamente, también se obtiene un clorobenceno, C6H5Cl, o un nitrobenceno, C6H5NO2, etc. Este hecho impone una severa limitación a la  estructura del benceno: todos sus hidrógenos deben ser exactamente equivalentes. El reemplazo de cualquiera de ellos da el mismo producto.

Así, por ejemplo, la estructura V debe descartarse, ya que daría dos derivados monobromados isómeros, los compuestos 1- y 2-bromados; no todos  los hidrógenos de V son equivalentes. Un razonamiento similar nos permite deducir que II y III tampoco sirven. (¿Cuántos productos monosustituidos daría cada una de éstas?) Sin embargo, entrre otras, I y IV seguen siendo posibilidades.

 

(b) El benceno da tres productos disustituidos isómeros, C6H4Y2 o C6H4YZ. Sólo existen tres dibromobencenos isómeros, C6H4Br2, tres cloronitrobencenos, C6H4CINO2, etc. Este hecho limita aún más las posibilidades estructurales. Por ejemplo, ahora debe rechazarse IV. (¿Cuántos productos disustituidos daría IV?)

A primera vista, la estructura I parece congruente con este nuevo hecho. Es decir, podemos esperar los tres derivados dibromados isómeros, 1,2-, 1,3- y 1,4-, que se ilustran a continuación:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Sin embargo, un examen más detenido de la estructura I demuestra que serían posibles dos isómeros 1,2-dibromados (VI y VII), que difieren en las posiciones del bromo en relación con los dobles enlaces:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


No obstante, Kekulé imaginó la molécula bencénica como algo dinámico: <<...la figura danzaba burlonamente ante mis ojos...>> La describió en función de dos estructuras, VIII y IX, entre las que alternaba la molécula del benceno. Como consecuencia, los dos 1,2-dibromobencenos (VI y VII) estarían en un equilibrio rápido, por lo que serían inseparables.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Más tarde, cuando quedó definida la idea de la tautomería, se asumió que la <<alternación>> de Kekulé era esencialmente una tautomería.

 

Por otra parte, algunos creen que Kekulé se anticipó intuitivamente a nuestro concepto moderno de los electrones deslocalizados en unos 75 años, y dibujó dos estructuras (VII y IX) –como lo haremos también nosotros a modo de una representación aproximada de algo que ninguna de las estructuras por sí sola representa satisfactoriamente. Bien o mal, el término <<estructural de Kekulé>>ha llegado a significar una molécula (hipotética) con enalces dobles y simples alternados, lo mismo que el <<benceno Dewar>>, que James Dewar diseño en 1867 como ejemplo de lo que el benceno no era, ha llegado a representar una estructura (II).

 

4 Estabilidad del anillo bencénico. Reacciones del benceno

 

La estructura de Kekulé explica satisfactoriamente los hechos (a), (b) y (c) de la sección 13.3. Hay, sin embargo, varios hechos que todavía no quedan aclarados con esa estructura: la mayoría de estos aparentemente se relacionan con la

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


estabilidad inusual del anillo bencénico. La prueba más sorprendente de esta estabilidad son las reacciones químicas del benceno.

 

(c) El benceno experimenta reacciones de sustitución, más que de adición. La estructura bencénica de Kekulé corresponde a una que llamaríamos <<ciclohexatrieno>>. Por esto, debería reaccionar con facilidad por adición, como lo hacen los compuestos similares, ciclohexadieno y ciclohexeno, que es una característica de la estructura de los alquenos. Pero ese no es el caso, como lo demuestran  los ejemplos de la tabla 13.1. En condiciones donde los alquenos reaccionan rápidamente, el benceno no reacciona, o sólo lo hace muy lentamente.

 

En lugar de las reacciones de adición, el benceno experimenta con facilidad un conjunto de reacciones, todas de sustitución. A continuación, indicaremos las más importantes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


En cada una de estas reacciones se ha sustituido un átomo, o grupo, por uno de los átomos de hidrógeno del benceno. A su vez,  el producto puede sufrir sustitución posterior del mismo tipo. El hecho de que haya retenido las propiedades características del benceno indica que ha  mantenido también su estructura característica.

Es evidente que el benceno resiste la adición, que destruiría su sistema anular, en cambio, se sustituye con facilidad, conservando el sistema anular.

 

5 Estabilidad del anillo bencénico.

        Calores de hidrogenación y de combustión

 

Además de las indicaciones cualitativas anteriores de que el anillo bencénico es más estable de lo que cabe esperar del ciclohexatrieno, existen  datos cuantitativos que muestra cuánto es más estable.

 

(d) Los calores de hidrogenación y combustión del benceno son menores de lo esperado. Recordemos  que el calor de hidrogenación es la cantidad de calor desprendida, cuando se hidrogena un mol de un compuestoo no saturado. En la mayoría de los casos, es de 28-30 kcal por cada doble enlace que contenga la sustancia. No es de extrañar, por tanto, que el ciclohexeno tenga un calor de hidrogenación de 28.6 kcal y que el del ciclohexadieno sea aproximadamente el doble (55.4 kcal).

 

Podríamos suponer, razonablemente, que el ciclohexatrieno tiene un calor de hidrogenación unas tres veces mayor que el ciclohexeno (85.8 kcal). En realidad, el valor para el benceno (49.8 kcal) es 36 kcal menor que el valor supuesto.

Quizá pueda expresarse mejor lo expuesto por medio de un diagrama de energía (Figura 13.1), donde la altura de una línea horizontal representa el  contenido de energía potencial de una molécula. Las líneas discontinuas representan los valores esperados, basados en tres tramos iguales de 28.6 kcal. En los tres casos, el producto final es el ciclohexano.

El hecho de que el benceno libere 36 kcal menos que lo calculado sólo puede significar que contiene 36 kcal menos que lo predicho. En otras palabras, el benceno tiene una estabilidad 36 kcal mayor que la prevista para el ciclohexatrieno. El calor de combustión del benceno también es menor en aproximadamente la misma cantidad que el estimado.

 

6 Longitudes de los enlaces carbono-carbono del benceno

 

(e) Todos los enlaces carbono-carbono del benceno son iguales y de una longitud intermedia  entre enlaces simples y dobles. Los dobles enlaces carbono-carbono son de aproximadamente 1.34 A en una gran variedad de compuestos; los simples, donde los núcleos permanecen unidos por un solo par de electrones, son considerablemente más largos: 1.53 A en el etano, por ejemplo, 1.50 A en el propileno, 1.48 A en el 1,3-butadieno.

 

Si el benceno realmente tuviera tres enlaces simples y tres dobles, como en la estructura de Kekulé, sería de esperar que hubiera t tres enlaces cortos (1.34 A) y tres largos (probablemente 1.48 A, como en 1,3-butadieno). Sin embargo, los estudios de difracción por rayos X indican que los seis enlaces carbono-carbono del benceno son iguales y con una longitud de 1.39 A, por lo que son intermediarios entre simples  y dobles.

 

7 Estructura resonante del benceno

 

Aunque evidentemente no satisfactoria, la estructura del benceno propuesta por Kekulé se usó de forma generalizada hasta 1945. La estructura  aceptada actualmente no es resultado de nuevos descubrimientos sobre el benceno, sino que es la consecuencia de una ampliación o modificación de la teoría estructural, que corresponde al concepto de resonancia.

 

Las estructuras de Kekulé I y II satisfacen las condciiones para la resonancia, como podemos apreciar de inmediato: son estructuras que sólo difieren en la disposición de los electrones. El benceno es un híbrido de I y II. Puesto que I y II son exactamente equivalentes, y por tanto de giual estabilidad, contribuyen por igual al híbrido, y al ser exactamente equivalentes, la estabilización debida a la resonancia debe ser grande.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Lo desconcertante de las propiedades del benceno queda ahora aclarado. Las seis longitudes de enalce son iguales, porque las seis uniones son idénticas: de hecho, un enlace y medio cada uno, y su longitud 1.39 A, es intermedia entre la longitud de un enalce simple y la de uno doble.

Al reconocer que todos los enlaces carbono-carbono del benceno son equivalentes, desaparecen la dificultad para  justificar el número de productos disustituidos isómeros: es evidente que sólo debe haber tres, de acuerdo con las pruebas experimentales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Finalmente, la estabilidad  <<excepcional>> del benceno no tiene nada de excepcional: es la que se espera de un híbrido de estructuras equivalentes. Las 36 kcal de energía que el benceno no contiene comparado con el ciclohexatrieno es energía de resonancia. Estas 36 kcal de energía de estabilización de resonancia son las responsables del conjunto de propiedades nuevas que llamamos propiedades aromáticas.

Las reacciones de adición convierten un alqueno en un compuesto saturado más estable. Por ejemplo, la hdirogenación del cicloehxeno va acompañada de la evolución de 28.6 kcal, y significa que el producto se encuentra 28.6 kcal más bajo en la escala energética que los reactivos  (Fig. 13.1).

Sin embargo, la adición convertiría al benceno en un producto menos estable, por destrucción del sistema anular bencénico estabilizado por resonancia; por ejemplo, de acuerdo con la figura 13.1, la primera etapa de la hidrogenación del benceno requiere 5.6 kcal para convertirlo en el menos estable ciclohexadieno. Como consecuencia, resulta mucho más fácil para las reacciones del benceno seguir un curso enteramente diferente, uno en el que se mantiene el sistema anular: la sustitución.

(Esto no es todo con respecto a la estabilidad. Como veremos en Sec. 10), se necesita un factor adicional, aparte de la resonancia, para hacer del benceno lo que es.)

 

8 Descripción orbital del benceno

 

Si se toman en consideración sus orbitales de enlace, se logra una descripción más detallada de la molécula del benceno.

Como cada carbono está enlazado a tres átomos, utiliza orbitales sp2 (como en el etileno), que se encuentran en un mismo plano, el del núcleo del carbono, y se dirigen hacia los vértices de un triángulo equilátero. Si disponemos seis carbonos y seis hidrógenos de modo que se permita el solapamiento máximo de estos orbitales, obtenemos la estructura ilustrada en la figura 13.2ª.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


El benceno es una molécula plana, con todos los carbonos e hidrógenos ubicados en el mismo plano. Además, es una molécula muy simétrica, con todos los carbonos en los vértices de un hexágono regular. Cada ángulo de enlace mide 120º. Cada orbital de enlace es cilíndricamente simétrico alrededor de la línea de unión de los núcleos atómicos, por lo que estas uniones se designan como enlaces o.

Sin embargo, la molécula todavía no está completa: aún quedan sin ubicar seis electrones. Aparte de  los tres orbitales ya empleados, cada átomo de carbono aún dispone de un cuatro orbital p, que tiene,como sabemos, dos lóbulos: uno encima y el otro debajo del plano de los tres orbitales restantes; o sea, encima y debajo del plano del anillo. Ese orbital está ocupado por un solo electrón.

Como en el etileno, el orbital p de un carbono puede solapar al correspondiente de un carbono adyacente, lo que permite el apareamiento de los electrones y la formación de un enlace n adicional (véase Fig. 13.2b). Pero aquí el solapamiento no queda limitado a un par de orbitales p, como en el etileno: el orbital p de cualquiera de los carbonos solapa igualmente bien a los orbitales de ambos carbonos unidos a él. El resultado (véase Fig. 13.3) son dos nubes electrónicas n continuas con forma de rosca, una encima y la otra debajo del plano de los átomos.

 

 

 

 

 

 


Como en el radical alilo, el solapamiento de los orbitales p en ambas direcciones y la participación resultante de cada electrón en varios enlaces es lo que corresponde a nuestra descripción de la molécula como un híbrido de resonancia de dos estructuras. Nuevamente, la deslocalización de los electrones su participación en varios enlaces es la que estabiliza la molécula.

 

Para acomodar seis electrones n, debe haber tres orbitales. No obstante, la suma de ellos corresponde a las nubes n simétricas descritas.

 

La descripción orbitales revela la importancia de la planaridad del anillo bencénico. El anillo es plano  porque lso ángulos trigonales (sp2) de los enlaces del carbono se ajustan exactamente a los ángulos de 120º de un hexágono regular. Esta planaridad permite el solapamiento de los orbitales p en ambas direcciones, con la deslocalización y estabilización resultante.

Los hechos concuerdan con esta descripción orbital del benceno. La difracción por rayos X y la electrónica indican que el benceno (Fig. 13.4) es una molécula completamente plana y simétrica, con todos los enalces carbono-carbono iguales y todos los ángulos de enlace de 120º. (Véase Fig. 13.5)

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Veremos que  las propiedades del benceno son justamente las que corresponden  a esta estructura. A pesar de la deslocalización, los electrones n están más sueltos que los o. Por tanto, los electrones n están especialmente disponibles para un reactivo que busca electrones. Las reacciones típicas del anillo bencénico son aquellas en las que el anillo sirve de fuente electrónica para reactivos electrofílicos (ácidos). Debido a la estabilización por resonancia del anillo bencénico, esas reacciones llevan a la sustitución, en el cual se conserva el carácter aromático del anillo bencénico.

 

9 Representación del anillo bencénico

 

Por razones prácticas, representaremos el anillo bencénico por medio de un hexágono regular con un círculo inscrito (l). Se entiende que hay un hidrógeno unido a cada ángulo del hexágono, salvo que se indique otro átomo o grupo. 

 

 

 

 

 

 

 


I representa un híbrido de resonancia de las estructuras de Kekulé II y III. Las líneas rectas denotan enlaces o que unen átomos de carbono. El círculo simboliza la nube de seis electrones n deslocalizados. (Desde otro punto de vista, las líneas rectas representan enlaces simples, y el círculo, los semienlaces adicionales.)

Esta es una representación especialmente útil del benceno, puesto que pone de manifiesto la equivalencia de los diversos enlaces carbono-carbono. La presencia del círculo distingue al anillo del benceno del anillo del ciclohexano, pues  éste se suele representar por un simple hexágono.

 

Entre los químicos no hay acuerdo total sobre cómo representar el anillo bencénico. El estudiante lo verá, con frecuencia, como una de las fórmulas de Kekulé. La representación adoptada en este libro tiene ciertas ventajas, y uso parece estar ganando terreno. Es interesante destacar que prácticamente la misma representación fue propuesta en 1899 por Johannes Thiele (Universidad de Munich), que empleaba un círculo de puntos para simbolizar enlaces parciales (<<valencias parciales >>).

 

10 Carácter aromático. La regla 4n + 2 de Hückel

 

Hemos definido los  compuestos aromáticos como aquellos que son semejantes al benceno. Sin embargo, ¿Cuáles son las propiedades del benceno que debe tener un compuesto para ser considerado aromático? Además de las sustancias que contienen anillos bencénicos, hay muchas otras que se consideran aromáticas, a pesar de que superficialmente casi no guardan semejanza con el benceno.

¿Qué propiedades tienen en común todos los compuestos aromáticos?

Desde el punto de vista experimental, los compuestos aromáticos son sustancias cuyas fórmulas moleculares hacen suponer un alto grado de insaturación, a pesar del cual son resistentes a las reacciones de adición tan características de los compuestos no saturados. En cambio, estos compuestos aromáticos a menudo sufren reacciones de sustitución electrofílica similares a las del benceno. Junto con esta resistencia a la adición y probablemente a causa de ella encontramos pruebas de una estabilidad inusual, como bajos calores de hidrogenación y combustión. Las sustancias aromáticas son cíclicas por lo general presentan anillos de cinco, seis y siete átomos y su examen físico demuestra que tienen moléculas planas (o casi planas). Sus protones tienen el mismo tipo de desplazamiento químico en los espectros de RMN (Sec. 16.8) que en los del benceno y sus derivados.

Desde un punto de vista teórico, para que una sustancia sea aromática, su molécula debe tener nubes cíclicas de electrones n deslocalizados encima y debajo del plano de la molécula; además, estas nubes n deben contener un total de (4n + 2) electrones n, esto significa que no basta la deslocalización para que resulte la estabilidad particular que caracteriza a un compuesto aromático. Debe haber un número específico de electrones n: 2, 6 ó 10, etc. Este requisito, llamado regla del 4n + 2 o regla de Hückel, se basa en la mecánica cuántica, y tiene que ver con el llenado de los  diversos orbitales que conforman la nube n . Los hechos confirman claramente esta regla.

Veamos alguna evidencia experimental que confirma esta regla. El benceno tiene seis electrones n, el sexteto aromático. Por supuesto, el seis es  uno de los números de Hückel, que corresponde a n=1.  Aparte del benceno y sus congéneres (antraceno, fenantreno, naftaleno,), estudiaremos varios compuestos heterocíclicos  que son claramente aromáticos, y son precisamente los que pueden proporcionar un sexteto aromático.

Consideremos los seis compuestos siguientes, para lo que sólo se ilustra una estructura contribuyente:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Cada molécula es un híbrido de cinco o siete estructuras equivalentes con la carga o el electrón impar sobre cada carbono.  De los seis compuestos, sin embargo, sólo dos dan muestra de una estabilidad excepcional: el anión ciclopentadienilo y el catión cicloheptatrienilo (ion tropilio).

El ciclopentadieno es un ácido extraordinariamente fuerte (Ka=10-15), para ser un hidrocarburo, lo que indica que la pérdida de un ion hidrógeno genera un anión particularmente estable. (Por ejemplo, es un ácido mucho más fuerte que el cicloheptatrieno, Ka=10-45, aunque este último da un anión estabilizado por siete estructuras contribuyentes.) El diciclopentadienilohierro (ferroceno), (C5H5)- 2Fe++, es una molécula estable queforma un emparedado con un átomo de hierro entre dos anillos planos de cinco miembros. Todos los enlaces carbono-carbono son de 1.4 A. Los anillos del ferroceno pueden someterse a dos reacciones de sustitución típicamente aromáticas: la sulfonación y la Friedel-Crafts.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


De los derivados del ciloheptatrienilo, por otra parte, el excepcional es el catión. El bromuro de tropilio, C7H7Br, se funde a más de 200ºC, es soluble en agua, pero insoluble en disolventes no polares, y da un precipitado inmediato de AgBr al ser tratado con nitrato de plata. Este comportamiento es extraño para un bromuro orgánico, lo que indica que estamos en presencia de un compuesto iónico, incluso en el estado sólido, el R+Br-, cuyo catión efectivamente es un carbocatión estable.

Consideremos la configuración electrónica del anión ciclopentadieno (Fig. 13.6). Cada carbono, hibridado trigonalmente, está unido a otros dos carbonos y a un hidrógeno por un enlace o. El anillo es un pentágono regular, cuyos ángulos (108º) no son un mal ajuste al ángulo trigonal de 120º; toda inestabilidad que resulte del solapamiento imperfecto (tensión angular) queda ampliamente compensada por ladeslocalización resultante. Cuatro carbonos tienen un electrón cada uno en orbitales p; el quinto carbono (aquel que perdió el protón, pero que no puede distinguirse de los demás) tiene dos electrones. El solapamiento de los orbitales p da origen a las nubes  n con un total de seis electrones: el sexteto aromático. (Véase Fig. 13.7.)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


En el ferroceno cada anión ciclopentadienilo está unido al hierro por el solapamiento de la nube n con un orbital vacío del metal. Se  ha desmotrado que este tipo de enlace existe entre compuestos con electrones n alquenos, aromáticos y moléculas ácidas de muchos tipos: por ejemplo, iones plata o halógenos. Tales complejos n se detectaron espectroscópicamente y algunos se han aislado, como el ferroceno.  Se propuso que  la formación reversible de complejos n es el paso preliminar en la reacción de muchos electrófilos con alquenos  y compuestos aromáticos.

El aislamiento del ferroceno en 1951 despertó gran interés, no sólo por ser un ejemplo de compuesto aromático no bencenoide concordante con la regla de Hückel; lo más importante fue que la fuerza de este enlace n revolucionó el campo de los complejos orgánicos de los metales de transición  una revolución que dio a los químicos orgánicos unos catalizadores de una selectividad y poder sin precedentes.

 

De forma similar, llegamos a la configuración del ion tropilo, que es un heptágono regular (ángulos de 128.5º). Cada uno de los seis átomos de carbono contribuye con un electrón p, y el séptimo sólo colabora con un orbital p vacío. El resultado es el sexteto aromático.

 

Estos iones se representan convenientemente como sigue:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Por una buena razón, el número de Hückel más común es seis. Para proporcionar orbitales p, los átomos del anillo aromático deben estar hidridados trigonalmente (sp2), que idealmente significan ángulos de enlace de 120º. Para permitir el solapamiento de estos orbitales que generan la nube n, el compuesto aromático debe ser  plano o casi plano. El número de átomos hibridados trigonalmente que puede acomodarse en un anillo plano, sin tensión angular excesiva ( es decir, con un solapamiento razonablemente bueno para formar enlaces n) es cinco,  seis o siete. Como apreciamos en los ejemplos, seis es el número de Hückel de electrones n que estos átomos pueden proporcionar. El benceno, como vimos, es la muestra perfecta: los seis carbonos proporcionan seis electrones n y forman un hexágono con ángulos trigonales perfectos.)

¿Qué pruebas indican que otros números de Hückel –2, 10, 14, etc. también son números mágicos? En tales casos, no podemos esperar que el carácter aromático se manifieste en forma de compuestos de gran estabilidad, comparables al benceno y sus derivados. Los anillos serán demasiado pequeños o muy grandes para acomodar adecuadamente átomos con hibridación trigonal, de modo que toda estabilización angular o un solapamiento insuficiente de orbitales p, o por ambas causas.

Debemos investigar la estabilidad basándonos en la comparación tal como se hizo con los derivados del ciclopentadienilo y cicloheptatrienilo y encontrar pruebas de aromaticidad en el hecho de que una especie molecular es menos inestable que sus semejantes. El  resultado final de gran cantidad  de trabajo cuidadoso da firme apoyo a la regla de  4n + 2.

La pregunta es ahora: ¿por encima dequé combinación desfavorable de tensión angular y carga múltiple puede manifestarse la aromaticidad?

 

11 Nomenclatura de los  derivados del benceno

 

En capítulos posteriores consideraremos en detalle la química de muchos de los derivados del benceno. Sin embargo, es útil aprender a nombrar algunos de estos derivados más importantes, que servirán para nuestro estudio actual de las reacciones del anillo bencénico. En el caso de muchos deestos derivados, basta con anteponer el nombre del  grupo sustituyente a la palabra benceno, como, por ejemplo, clorobenceno, bromobenceno, yodobenceno o nitrobenceno. Otros derivados tienen nombres especiales que pueden carecer de

 

 

 

 

 

 

 

 


Semejanza con el nombre del grupo sustituyente. Por ejemplo, el metilbenceno sólo se conoce como tolueno; el aminobenceno, como anilina; el hidroxibenceno, como fenol, etc. Los compuestos especiales más importantes son:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Si existen varios grupos unidos al anillo bencénico, no sólo es necesario identificar cuáles son, sino también indicar su ubicación relativa. Los tres isómeros posibles para bencenos disustituidos se caracterizan por los prefijos orto, meta y para, abreviados o-, m- y p  Por ejemplo:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Si los dos grupos son diferentes, y ninguno de ellos confiere un  nombre especial a la molécula, los nombramos sucesivamente y terminamos la palabra con benceno; por ejemplo, cloronitrobenceno, bromoyodobenceno, etc. Si uno de los dos grupos es del tipo que da a la molécula un nombre especial, el compuesto se denomina como un derivado de aquella sustancia especial. Por ejemplo, nitrotolueno, bromofenol, etc.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Si el anillo bencénico tiene unidos más de dos grupos, se utilizan números para indicar sus posiciones relativas. Por ejemplo:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Si todos los grupos son iguales, se asigna a cada uno de ellos un número, siendo la secuencia la que da la combinación de números más bajos; si los grupos son diferentes, se sobreentiende que el último nombrado se encuentra en la  posición 1 y que los demás números se refieren a éste. Por ejemplo, 3- bromo-5-cloronitrobenceno. Si está presente uno de los grupos que dan denominación especial, el compuesto se nombra con dicho grupo en la posición 1. Así, en el 2,6-dinitrotolueno se considera que el grupo metil está en la posición 1.

 

12 Análisis elemental cuantitativo: nitrógeno y azufre

 

En este capítulo se trataron la estructura del benceno y algunas de sus reacciones. Una vez más, vale la pena recordar que todo este análisis tiene sentido porque se basa en hechos concretos. Como vimos anteriormente, sólo podemos estudiar la estructura y las reacciones de un compuesto si conocemos su fórmula molecular y las de sus productos.

Para conocer una fórmula molecular debemos saber qué elementos constituyen la sustancia y en qué proporciones se encuentra.

 

Para el nitrógeno, el análisis cuantitativo se realiza (a) por el método de Dumas o (b) por el método de Kjeldahl. Este último es más apropiado, en particular si es necesario efectuar varios análisis. No es aplicable, sin embargo, a todos los tipos de compuestos nitrogenados.

En el método  de Dumas, la sustancia orgánica se hace pasar por un tubo que contiene, primero, óxido cúprico oxida el compuesto (como en la combustión carbono-hidrógeno, Sec. 2.27), conviertiendo el nitrógeno combinado en molecular. La malla de cobre reduce los óxidos del nitrógeno que pudieran haberse formado a nitrógeno elemental, que se recoge y se mide su volumen. Por ejemplo, una muestra de anilina de 8.32 mg da e.11 ml de nitrógeno a 21ºC y una presión de 743 mm (corregida con respecto a la presión de vapor del agua). Calculamos el volumen a temperatura y presión normales.

 

 

 


Y de aquí, el peso del nitrógeno,

 

 

 

 


Y, finalmente el procentaje de nitrógeno de la muestra

 

 

 

 


En el método de Kjeldahl, se digiere el compuesto orgánico con ácido sulfúrico concentrado, que convierte el nitrógeno combinado en sulfato de amonio. Luego, se alcaliniza la solución, se destila el amoniaco liberado y su cantidad se determina por medio de una titulación con ácido de normalidad conocida. Así,  por ejemplo, el amoniaco formado a partir de una muestra de anilina de 3.51 mg, neutraliza 3.69 ml de ácido 0.0103 N. Por

 

 

 

 

 


Cada miliequivalente de ácido hay un miliequivalente de amoniaco y un átomo-miligramo de nitrógeno. De ahí puede calcularse el peso y, finalmente, el porcentaje de nitrógeno.

 

 

 

 


El azufre de un compuesto orgánico se convierte en sulfato iónico por los mismos métodos empleados en en el análisis de halógeno : un tratamiento con peróxido de sodio o con ácido nítrico (método de Carius). Luego se transforma en sulfato de bario, que se pesa.