Alquinos

 (Ir a página principal http://organica1.org/ )

 

1 Introducción. 1

2 Estructura del acetileno. El triple enlace carbono-carbono. 1

3 Alquinos superiores. Nomenclatura. 4

4 Propiedades físicas de los alquinos. 4

5 Fuente industrial del acetileno. 4

6 Preparación de alquinos. 6

7 Reacciones de alquinos. 7

8 reducción a alquenos. 10

9 Adición electrofílica a alquinos. 11

10 Hidratación de alquinos. Tautomería. 13

11 Acidez de los alquinos. Acidos muy débiles. 14

12 Reacciones de los acetiluros metálicos. Síntesis de alquinos. 17

13 Formación de enlaces carbono-carbono. 18

14 Análisis de los alquinos. 19

 

1 Introducción

 

Hasta ahora hemos tratado dos tipos de enlace carbono-carbono: el enlace simple y el doble.

El enlace simple carbono-carbono es de reactividad baja; su función principal es la de actuar como cemento para mantener unidos casi todos los compuestos orgánicos. El doble enlace carbono-carbono es insaturado y, en consecuencia, muy reactivo frente a una amplia variedad de reactivos; como sustituyente, puede ejercer efectos notables sobre el resto de la molécula.

Llegamos de esta manera, al triple enlace carbono-carbono, el grupo funcional de la familia denominada alquinos. Al igual que el doble enlace, es insaturado y altamente reactivo: frente a los reactivos con los que reaccionan los enlaces dobles y hacia otros. También puede ejercer una influencia notable en el resto de la molécula, y de una forma peculiar. Por medio de una combinación de sus propiedades características, el triple enlace carbono-carbono tiene una función especial de importancia cada vez mayor en la síntesis orgánica.

 

2 Estructura del acetileno. El triple enlace carbono-carbono

 

El miembro más sencillo de la familia de los alquinos es el acetileno, C2H2. Empleando los métodos que aplicamos a la estructura del etileno, obtenemos una estructura en la que los átomos de carbono comparten tres pares de electrones; es decir, están unidos por un triple enlace. El triple enlace carbono-carbono es la característica distintiva de la estructura de los alquinos.

 

 

 


Una vez más, la mecánica cuántica  da mucha más información sobre el acetileno y su triple enlace. Para formar enlaces con dos átomos adicionales, el carbono utiliza dos orbitales híbridos equivalentes: orbitales sp que resultan de mezclar un  orbital s y otro p. Estos orbitales sp se encuentran en una línea recta que pasa por el núcleo del carbono, por lo que el ángulo entre ellos es de 180º. Esta disposición lineal  permite la máxima separación de los orbitales híbridos. Así como la repulsión entre orbitales genera cuatro enlaces tetraédricos o tres trigonales, también genera dos enlaces lineales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Si ordenamos los dos carbonos y los dos hidrógenos de manera que se produzca un solapamiento de orbitales, obtenemos la estructura mostrada en la figura 1.

 

 

 


El acetileno es una molécula lineal que tiene los cuatro átomos ubicados a lo largo de una línea recta. Tanto los enlaces carbono-hidrógeno como los carbono-carbono son cilíndricamente simétricos en torno a una línea que une los núcleos; por tanto, son enalces o.

Sin embargo, la molécula aún no está completa. Al formar los orbitales sp recién descritos, cada carbono sólo utiliza uno de sus tres orbitales p, por lo que aún quedan otros dos. Cada uno de estos últimos consta de dos lóbulos iguales, cuyo eje es perpendicular, al eje del otro orbital p y al de los orbitales sp; cada orbital p está ocupado por un solo electrón. La suma de dos orbitales p perpendiculares no da cuatro lóbulos esféricos, sino una sola nube con forma de rosca (Fig. 2). El solapamiento de los orbitales p de un carbono

 

 

 

 

 

 

 


Con los del otro permite el apareamiento de electrones. Se forman dos enlaces p, que juntos generan una envoltura cilíndrica en torno a la línea de unión de los núcleos (Fig. 3). Por tanto, el triple enlace carbono-carbono está constituido por un enlaces o fuerte y dos p  más débiles; su energía total es de 198 kcal. Es más fuerte que el doble enlace del

 

Etileno (163 kcal) o el  simple del etano (88 kcal), por consiguiente es más corto que ambos.

Nuevamente, esta estructura de la mecánica cuántica se comprueba directamente. La difracción electrónica, la de rayos X y la espectroscopia indican que el acetileno (Fig. 4) es

 

 

 

 

 

 

 


Una molécula lineal. La distancia C-C es 1.21 A, comparada con 1.34 A del etileno y 1.53 A del etano. En la figura 5 se muestra un modelo de la molécula de acetileno.

 

Como en el caso del doble enlace, la estructura del triple enlace queda verificada aunque esta vez de forma negativa por la evidencia del número de isómeros. Los modelos nos permiten apreciar que la linealidad de los enalces no admite isomería geométrica: tales isómeros no han sido encontrados.

En el acetileno, la distancia C-H es 1.08 A, aún más corta que en el etileno (1.103 A); debido a su mayor carácter s, los orbitales sp son más pequeños que los sp2, por lo que el carbono con hibridación sp forma enlaces más cortos que el carbono con hibridación sp2.

No se conoce la energía de disociación del enlace C-H del acetileno, pero cabe suponer que es mayor que la del etileno. Extrañamente, la misma hibridación sp, que con toda seguridad hace más dificil la ruptura del enlace C-H para formar radicales libres (homólisis), facilita, como veremos (Sec. 11), la ruptura para formar iones (heterólisis).

 

 

 

 

 


3 Alquinos superiores. Nomenclatura

 

Al igual que los alcanos y alquenos, los alquinos  forman una serie homóloga, también con un incremento de CH2.

Los alquinos se denominan de acuerdo con dos sistemas. Según uno, se les considera como derivados del acetileno, por reemplazo de uno o ambos átomos de hidrógeno por grupos alquilo.

 

 


 

  

 

Para alquinos más complicados se utilizan los nombres  IUPAC. Las reglas son las mismas que las empeladas para denominar los alquenos, salvo que la terminación eno se reemplaza por ino. La estructura de referencia es la cadena continua más larga que contenga el triple enlace, y las posiciones de los sustituyentes y del triple enlace se indican con números. A este último se le da el número del primer carbono triplemente enlazado, contando desde el extremo de la cadena más cercano.

 

4 Propiedades físicas de los alquinos

 

Al ser compuestos de baja polaridad, las propiedades físicas de los alquinos son, en esencia, las mismas que las de los alcanos y alquenos. Son insolubles en agua, pero bastante solubles  en disolventes orgánicos usuales y de baja polaridad: ligroína, éter, benceno, tetracloruro de carbono. Son menos densos que el agua y sus puntos de ebullición (Tabla 11.1) muestran el aumento usual con el incremento del número de carbonos y el efecto habitual de ramificación de las cadenas. Los puntos de ebullición son casi los mismos que para los alcanos o alquenos con el mismo esqueleto carbonado.

 

5 Fuente industrial del acetileno

 

El alquino industrial más importante es el miembro más simple de la familia, el acetileno. Tradicionalmente, se ha preparado por la acción del agua sobre carburo de calcio, CaC2, que se obtiene, a su vez, por reacción entre el óxido de calcio y el coque, a las altísimas temperaturas del horno eléctrico. Por su parte, el óxido de calcio y el coque se consiguen de la caliza y del carbón, respectivamente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Una síntesis alternativa, basada en el petróleo, está desplazado al proceso del carburo.

Implica la oxidación parcial, controlada y a temperatura elevada, del metano.

 

 

 

 


Debido al elevado costo del acetileno, ha disminuido mucho su antiguo y vasto mercado; la mayoría de los productos químicos que antes sintetizaban del acetileno se obtienen en la actualidad del etileno. No obstante, el acetileno sigue siendo la fuente de algunos compuestos utilizados en la manufactura de polímeros.

 

6 Preparación de alquinos

 

La síntesis de alquinos puede implicar dos procesos: la generación de un triple enlace carbono-carbono, o el aumento del tamaño de una molécula que ya contiene un triple enlace.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Un triple enlace carbono-carbono se genera del mecanismo modo que uno doble: por eliminación de átomos o grupos en dos carbonos adyacentes. Los grupos que se eliminan, y los reactivos que se emplean son esencialmente los mismos que en la preparación de los alquenos.

 

 

 

 

 

 


La deshidrogenación de dihalogenuros vecinales es particularmente útil, puesto que los propios dihalogenuros se obtienenn con facilidad de los alquenos correspondientes por adición de halógeno. Esto significa la conversión en varias etapas de un doble enlace en uno triple.

Por lo general, la deshidrohalogenación puede realizarse en dos etapas, tal como se indica:

 

 

 

 

 

 

 


La primera etapa de la reacción es un método valioso para preparar halogenuros no saturados. Los halogenuros obtenidos así, con halógeno unido directamente al carbono con el doble enlace, se denominan halogenuros vinílicos, y son muy inertes. Por tanto, en condiciones moderadas, la deshidrogenación se detiene en la etapa del halogenuro de vinilo; para la formación del alquino se precisan condiciones más enérgicas: usar una base más  fuerte.

La conversión de alquinos pequeños en otros más grandes se logra utilizando acetiluros metálicos, que son particularmente fáciles de generar debido a una propiedad especial de ciertos alquinos. Una vez sintetizados, resultan ser reactivos muy versátiles.

7 Reacciones de alquinos

 

Al igual que la química de los alquenos es la del doble enlace carbono-carbono, la de los alquinos es la del triple enlace carbono-carbono. Como los alquenos, los alquinos sufren adición electrofílica, y por la misma razón: la disponibilidad de los electrones n sueltos. La adición de hidrógeno, halógenos y halogenuros de hidrógeno a los alquinos es muy similar a la adición a los alquenos, salvo que en este caso pueden consumirse dos moléculas de reactivo por cada  triple enlace. Como se ha mostrado, si se eligen condiciones apropiadas, es posible limitar la reacción a la primera etapa aditiva: la formación de alquenos. En algunos casos al menos, esto se simplifica debido a que la forma de introducir los sustituyentes en la primera etapa afecta a la segunda.

Además de la adición, los alquinos dan ciertas reacciones que se deben a la acidez de un átomo de hidrógeno unido a un carbono con triple enlace.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


8 reducción a alquenos

 

La reducción de un alquino hasta la etapa del doble enlace puede dar un cis- o un trans- alqueno, a menos que el triple enlace se encuentra en un extremo de la cadena. El isómero predominante que resulte depende de la elección del agente reductor.

Por reducción de alquinos con sodio o litio en amoniaco líquido se obtiene, predominantemente, el trans-alqueno. Puede lograrse cis-alqueno casi  puro (hasta un 98%) por hidrogenación de alquinos con varios catalziadores diferentes, entre ellos con un paladio preparado especialmente conocido como catalizador de Lindlar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


En consecuencia, cada una de estas reacciones es fuertemente estereoselectiva. De manera general, se atribuye esta estereoselectividad en la reducción syn de alquinos a la unión de dos átomos de hidrógeno al mismo lado de un alquino situado en la superficie del catalizador; es de suponer que esta misma estereoquímica vale para la hidrogenación de alquinos terminales, RC=CH, que no pueden dar alquenos cis y trans.

Aquí no se tratará el mecanismo que da lugar a la reducción anti.

Varias veces hemos tratado la estereoespecificidad: organismos que discriminan entre isómeros geométricos. Vimos algunos ejemplos de esto en la respuesta de insectos hacia a las feromonas . Para que los materiales sintéticos sean efectivos en organismos vivos, la estereoespecificidad de la acción biológica exige una estereoselectividad en la síntesis de estos materiales. Se han creado nuevos métodos para generar selectivamente dobles enlaces, pero el más sencillo, y a la vez el más socorrido, es la hidrogenación de alquinos.

El tema va más allá, sin embargo. Estos alquenos pueden ser los productos finales deseados, como sucede con algunas feromonas, pero a menudo son una etapa intermedia. Los alquenos sufren varias reacciones, muchas de ellas diastereoselectivas e incluso enantioselectivas; si ha de utilizarse esta estereoselectividad a fondo, debe comenzarse con un alqueno estereoquímicamente puro.

 

9 Adición electrofílica a alquinos

 

La adición de ácidos como los halogenuros de hidrógeno es electrofílica, y aparentemente sigue el mismo mecanismo con los alquinos que con los alquenos; es decir, por la vía de un carbocatión intermediario. La diferencia estriba en que ahora el intermediario es un catión vinílico.

 

 

 

 

 

 


Habíamos visto  que los cationes vinílicos son aún menos estables que los alquílicos primarios, en relación con los sustratos para heterólisis; vimos, también, que su formación por heterólisis; vimos, también, que su formación por heterólisis es comparativamente lenta, pudiendo generarse sólo por la salida de grupos salientes super.

Ahora bien, comentamos  que en la adición electrofílica  a alquenos,  la reactividad    depende de la estabilidad del carbocatión intermediario: cuanto más estable es éste, mayor es la velocidad de su formación. ¿Significa esto, entonces, que la adición  a los alquinos es considerablemente más lenta que a los alquenos?

No es mucho más lenta: la adición de ácidos próticos a los alquinos sucede a casi la  misma velocidad que a los alquenos. La explicación se encuentra en nuestra definición de la estabilidad de un carbocatión: La explicación se encuentra en nuestra definición de la estabilidad de un carbocatión: la relación con el sustrato del cual es generado. En comparación con los sustratos para heterólisis, los cationes vinílicos son inestables y hemos atribuido esto al enlace extraordinariamente fuerte que sujeta al grupo saliente en los sustratos vinílicos:  no a ninguna inestabilidad inherente en los propios cationes. Los cationes vinílicos son lentos en formarse por heterólisis; sin embargo, en reacciones de adición, los sustratos son alquenos y alquinos; estos compuestos  deben servir de estándares de comparación para las estabilidades de carbocationes: un alqueno para un carbocatión saturado y un alquino para uno vinílico. En lo referente al sustrato del cual se genera cada uno en una reacción de adición, ambos  son de estabilidad similar. La subida energética de un alquino a un catión vinílico es aproximadamente la misma que para un alqueno hasta un catión saturado.

Con respecto a la adición de halógenos, los alquinos son considerablemente menos reactivos que los alquenos. Para los alquenos, vimos que esta reacción implica la formación inicial de un ion halogenonio cíclico. Se ha atribuido la reactividad menor de los alquinos a la mayor dificultad de formación de tales intermediarios cílcicos.

 

10 Hidratación de alquinos. Tautomería.

 

Al igual que los alquenos, los alquinos pueden hidratarse. En presencia de un ácido – y para alquinos simples, también HgSO4 se añade una molécula de agua al triple enlace. Esto implica adición electrofílica, como en la hidratación de alquenos, y procede mediante carbocationes. Sin embargo, a primera vista esto no parece ser así.

 

Consideremos el ejemplo más sencillo: la hidratación del propio acetileno. El producto obtenido es acetaldehído, CH3CHO, que parece ser extraño, si se consideran los grupos que se ligan a los dos carbonos del triple enlace. Sin embargo, el producto tiene una explicación bastante sencilla.

 

 

 

 

 

 

 


Si la hidratación del acetileno siguiera el mismo esquema que la de los alquenos, se obtendría una estructura que llamaríamos alcohol vinílico, por adición de H y OH al triple enlace. Sin embargo, todos los intentos por separar este alcohol tienen como resultado al igual que la hidratación del acetileno la formación de acetaldehído.

Una estructura con OH unido a un doble enlace carbono-carbono se denomina enol (eno, por dicho doble enlace carbono-carbono, y ol, por alcohol). Por lo general es cierto que cuando intentamos preparar compuestos con la estructura de un enol, obtenemos en cambio una estructura cetónica (una que contiene un grupo C=O). Hay un equilibrio entre ambas estructuras, pero suele favorecer mucho más a la forma cetónica. Así, se forma inicialmente alcohol vinílico por hidratación del acetileno, pero se convierte rápidamente en una mezcla equilibrada que consiste casi por completo en acetaldehído.

 

 

 

 

 

 


Las transposiciones del tipo ceto-enol se producen con mucha facilidad, debido a la polaridad del enlace O-H. Un ion hidrógeno se prepara sin dificultad del oxígeno para generar un anión híbrido, pero cuando vuelve un ion hidrógeno (seguramente uno diferente), puede unirse al oxígeno o al carbono del anión. Si vuelve al oxígeno, puede separarse de nuevo sin dificultad, pero si se combina con el carbono, tiende a quedarse allí, lo que representa un ejemplo de la tendencia de un ácido fuerte a desplazar de sus sales a uno más débil .

 

 

 

 

 

 

 


Los compuestos cuyas estructuras difieren marcadamente en la disposición de sus átomos, pero que existen en un equilibrio rápido y fácil, se denominan tautómeros. El tipo más común de tautomería comprende estructuras que difieren en el punto de unión del hidrógeno; en estos casos, como en la tautomería cetoenólica, el equilibrio tautómero favorece generalmente a la estructura con el hidrógeno unido al carbono, en vez de a un elemento más electronegativo; o sea, favorece al ácido más débil.

 

11 Acidez de los alquinos. Acidos muy débiles

 

En nuestro estudio inicial de los ácidos (en el sentido empleado por Lowry-Bronsted ),consideramos la acidez como una medida de la tendencia de un compuesto a perder un ion hidrógeno. Los compuestos que por lo común muestran acidez apreciable son los que tienen hidrógeno unido a un elemento bastante electronegativo (N, O, S, X, por ejemplo). El enlace  que sujeta al hidrógeno es polar, por lo que este hidrógeno, relativamente positivo, puede separarse en forma de catión; desde otro punto de vista, un elemento electronegativo puede acomodar mejor el par de electrones abandonado. De acuerdo con la serie de electronegatividades, F >O >N> C, no es extraño que el HF sea un ácido bastante fuerte, el H2O es relativamente débil, el NH3 es aún más débil y el CH4 es tan débil que normalmente no se considera como un ácido.

En la química orgánica nos ocupamos frecuentemente de la acidez de sustancias  que no enrojecen al tornasol, ni neutralizan bases acuosas, sin embargo tienen tendencia aunque pequeña a perder un ion hidrógeno.

Un carbono con triple enlace se comporta como si fuera un elemento enteramente diferente más electronegativo que el carbono con enlace simple o doble. Como consecuencia, un hidrógeno unido a un carbono con triple enlace, como en el acetileno o en cualqueir alquino con triple enlace en el extremo de la cadena (RC=C-H), presenta una acidez apreciable. Por ejemplo, el sodio reacciona con acetileno para liberar gas hidrógeno y formar el compuesto acetiluro de sodio.

 

 

 

 

 


¿Cuál es la aciedez del acetileno? Comparémoslo con dos compuestos familiares, amoniaco y agua.

El litio metálico reacciona con amoniaco para formar amiduro de litio, LiNH2, que es la sal del ácido débil H-NH2.

 

 

 

 

La adición de acetilenoa amiduro de litio disuelto en éter, forma amoniaco y acetiluro de litio.

 

 

 

 

 

 


El ácido más débil, H-NH2, es desplazado de su sal por el ácido más fuerte HC=C-H.

En otras palabras, la base fuerte, NH2-, arranca el protón de la base más débil, HC=C-; si el NH2- sujeta al protón más fuertemente que el HC=C-, entonces el H-NH2 debe ser un ácido más débil que el HC=C-H.

Si se agrega agua al acetiluro de litio se forma hidróxido de litio y se regenera el acetileno.

 

 

 

 

 


El ácido más débil, HC=C-H, es desplazado de su sal por el ácido más fuerte, H-OH.

Se ve así que el acetileno es un ácido más fuerte que el amoniaco, pero más débil que el agua.

 

 

 

 

 


Otros alquinos con hidrógeno unido a un carbono de triple enlace es decir, los alquinos terminales muestran una acidez comparable.

El método que acabamos de describir para comparar la acidez de los alcanos, el amoniaco y el agua es general y se utiliza para determinar la acidez relativa de varios ácidos muy débiles. Se demuestra que un compuesto es un ácido más fuerte que otro por su capacidad para desplazar de sus sales al segundo.

 

 

 

 

 

 


Según nuestra secuencia, el acetileno debe ser un ácido más fuerte que un alcano, RH.

Eso es  cierto, y la diferencia en acidez es de utilidad considerable en síntesis. Si se trata un acetileno terminal con un halogenuro de alquilmagnesio o un alquil-litio, se desplaza al alcano de su sal y se obtiene el acetiluro metálico. Por ejemplo,

 

 

 

 

 

 

 

 


Estas reacciones muestran el mejor camino hacia esos importantes compuestos organometálicos.

¿Cómo podemos justificar el hecho de que el hidrógeno ligado a un carbono de triple enlace sea especialmente ácido? ¿Cómo podemos explicar que el acetileno sea un ácido más fuerte que el etano, por ejemplo? Una interpretación posible puede hallarse en las configuraciones electrónicas de los aniones.

Si el acetileno es un ácido más fuerte que el etano, entonces el ion acetiluro debe ser una base más débil que el ion etiluro, C2H5-. En el anión acetiluro, el par no compartido de electrones ocupa un orbital sp; en el anión etiuro, el par de electrones no compartido ocupa un orbital sp3. La disponibilidad de este par para ser compartido con ácidos determina la basicidad del anión. En comparación con un orbital sp3, uno sp tiene menos carácter p y más s . Un electrón en un orbital p se encuentra a cierta distancia del núcleo y está relativamente suelto; en cambio, un electrón en un orbital s se halla cerca del núcleo, y está sujeto más firmemente. El ion acetiluro es la base más débil, pues su par de electrones, ubicado en un orbital sp, está sujeto más firmemente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


12 Reacciones de los acetiluros metálicos. Síntesis de alquinos

 

¿Por qué describimos los acetiluros metálicos como compuestos organometálicos importantes? Porque nos permite convertir alquinos pequeños en otros más grandes.

Al igual que los cuprodialquil-litios los acetiluros de litio y sodio  pueden reaccionar con halogenuros de alquilo primarios.

 

 

 

 

 

 


El grupo alquilo se une al carbono del triple enlace y se genera un alquilo nuevo más largo.

Por ejemplo,

 

 

 

 

 

 

 


Esta reacción sólo da rendimientos aceptables con halogenuros de alquilo primarios, y por una razón ya mencionada: los iones acetiluro son bases fuertes, de modo que con halogenuros de alquilo secundarios o terciarios la reacción predominante es la eliminación. Como veremos en los capítulos 17 y 18, los alcoholes complicados pueden sintetizarse fácilmente utilizando reactivos de Grignard y compuestos organolitiados. Dichas síntesis puede involucrar tanto organometálicos alquílicos como sus contrapartes alquinílicas, generando así moléculas que contienen dos grupos muy reactivos, el  triple enlace carbono-carbono y el OH.

 

13 Formación de enlaces carbono-carbono.

          Función de los compuestos organometálicos

 

El tipo de síntesis descrito anteriormente tiene algo muy especial. Tomamos dos moléculas orgánicas y las convertimos en otra más grande. Hemos realizado algo que se halla en el centro de la síntesis orgánica: hemos establecido un enlace carbono-carbono. Veamos más de cerca este proceso y la función especial de los compuestos organometálicos.

 

Los enlaces carbono-carbono se generan más comúnmente en forma heterolítica, lo que significa que uno de los carbonos proporciona un par de electrones, y el otro lo acepta; es decir, hay una reacción entre un carbono nucleofílico y otro electrofílico.

Exceptuando el hidrógeno u otro carbono, los elementos que encontramos generalmente ligados a un carbono son más electronegativos que éste, por lo que le arrancan electrones: halógeno en los halogenuros de alquilo, por ejemplo, o, como veremos, oxígeno en aldehídos y cetonas. En tales compuestos, el carbono es electrónicamente deficiente y, en consecuencia, electrofílico, por lo que tiende a reaccionar con nucleófilos. Por esto, la sustitución nucleofílica es típica de los halogenuros de alquilo; para los aldehídos y cetonas es típica la adición nucleofílica.

Para que estas reacciones den lugar a la formación de un enlace carbono-carbono, debemos utilizar reactivos donde el elemento nucleófilo sea carbono. ¿Dónde se pueden encontrar esos reactivos? En los compuestos organometálicos. Al igual que los elementos electronegativos hacen electrofílico al carbono, los elementos electropositivos los metales lo comvierten en nucleofílico. La reacción entre el carbono nucleófilo de un reactivo organometálico y el carbono electrófilo de un sustrato es la que da origen a un nuevo enlace carbono-carbono.

 

 

 

 


Los compuestos organometálicos se sintetizan comúnmente a partir de halogenuros orgánicos; en esta síntesis se modifica la naturaleza del carbono, de electro- a nucleofílica. Esta reacción es quizás el ejemplo más antiguo y simple de lo que se llama umpolung; esto es, la inversión de la polaridad del carbono. El concepto de umpolung se aplica actualmente de diversas maneras, en un esfuerzo por crear un carbono nucleofílico. En la formación de un compuesto organometálico, los electrones que enriquecen al carbono proceden en definitiva del metal libre, que hace por naturaleza lo normal en los metales; liberar electrones.

 

En la formación de enlaces carbono-carbono hemos utilizado reactivos organometálicos: la síntesis de Corey-House para hidrocarburos. En comparación con esta reacción, el uso de acetiluros metálicos tiene una ventaja especial: no sólo se genera un nuevo enlace carbono-carbono, sino que el producto contiene un grupo funcional muy reactivo.

No es de extrañar que el triple enlace carbono-carbono se haya convertido en parte importante de la síntesis orgánica. La acidez de un alquino terminal permite su fácil  conversión en un acetiluro metálico. Mediante este acetiluro, es psoible introducir una unidad estructural con triple enalce en moléculas de numerosos tipos. Este triple enlace puede convertirse por adición en mcuhos otros compuestos. En particular en un doble enlace y con alto grado de estereoselectividad. Tenemos ahora un doble enlace de estereoquímica conocida en una ubicación específica de la molécula, quedando abierta la puerta a las múltiples reacciones que tienen lugar en este grupo funcional.

 

 14 Análisis de los alquinos

 

Los alquinos responden a las pruebas de caracterización igual que los alquenos: decoloran al bromo en tetracloruro de carbono sin desprendimiento de bromuro de hidrógeno y decoloran el permanganato diluido,, neutro y frío; no son oxidados por el anhídrido crómico. Como los dienos, sin emabrgo, son más insaturados que los alquenos, propiedad que puede

Detectarse por determinación de sus fórmulas moleculares (CnH2n-2) y por una hidrogenación cuantitativa (se consumen dos moles de hidrógeno por mol de hidrocarburo).

La comprobación de la estructura se hace mejor por los mismos métodos de degradación empleados en el estudio de los alquenos. Por ozonólisis, los alquinos dan ácidos carboxílicos, mientras que los alquenos dan aldehídos y cetonas. Por ejemplo:

 

 

 

 

 

 


Los alquinos ácidos reaccionan con ciertos iones de metales pesados, principalmente con Ag+ y Cu+, para formar acetiluros insolubles. La formación de un precipitado al añadir un alquino a una solución de AgNO3 en alcohol, por ejemplo, es un indicio  de hidrógeno unido a un carbono con triple enlace. Esta reacción puede utilizarse para diferencias alquinos terminales (con el triple enlace en el extremo de la cadena) de los no terminales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Si se permite que estos acetiluros de metales pesados se sequen, es posible que exploten: deben ser destruidos mientras aún estén húmedos, calentándolos con ácido nítrico; el ácido mineral fuerte regenera al ácido débil, al acetileno.